Este fin de semana el Ministro de Economía Luis Carranza se explayó en contra de destinar el 5% del canon minero a las Fuerzas Armadas, de la exoneración a las gratificaciones de los aportes de Essalud y de las AFP, de la liberalización de la CTS al 100% y de ponerle un fondo para el referendum para zanjar el caso FONAVI. Luego sale el Primer Ministro Yehude Simon a increparle sobre los acuerdos obtenidos en el Poder Ejecutivo los tres primeros puntos y le enmienda la plana.
¿Qué pasa en el Poder Ejecutivo? Una maraña de incertidumbre, de tira y afloja, de nula comunicación, el desdecir de alguno de sus integrantes o de la falta de consensos necesarios para enfrentar la crisis y/o los problemas que se avecinan. ¿Cómo efectivizar la inversión para que las obras beneficien la calidad de vida de los peruanos y a la vez se tengan una amplia cobertura?, ¿hay plan anticrisis solo en las altas esferas para la foto?, ¿por qué no se incluye la lucha anticorrupción dentro del plan anticrisis y así evitamos la fuga de dinero y/o recursos del estado?
Pero eso si, el Presidente García, con tal de aplicar el populismo para beneplácito suyo, termina queriendo hacer obras de manera pomposa (ejemplificando los hospitales) sin las coordinaciones técnicas previas para efectivizar las inversiones que el Perú debe de hacer para el bienestar y el alcance de todos. Desde antes de que se fuese a Trinidad y Tobago como que si no se lo oye, y a veces no sabemos bien si eso es bueno o es malo, pero también refleja la falta de un serio liderazgo en este país.

Tasa de Crecimiento del PBI Peru 2005-2008 (Fuente: Actualidad Económica del Perú... hacer click en la gráfica para Mayor Información)
Yo no soy Economista, pero todo esto indica que no se previno algunos gastos ni se ha llegado a acuerdos al respecto con el Ministro de Economía, o por último, éste no quiere dar su brazo a torcer. Tal parece que el rótulo de “año de unión frente a la crisis externa”, que Alan García con tanta pompa propuso, no es cumplido ni siquiera por sus ministros. Eso al final crea desazón e incertidumbre lo cual conlleva a poner en nuestra realidad uno de los ingredientes necesarios para producir la crisis: la desconfianza.
Los problemas están a la vuelta de la esquina con un posible costo social de 200,000 despedidos a mediano plazo como mínimo, con un crecimiento negativo y lejano a lo que inicialmente fue proyectado y con deudas pendientes a causa de las promesas presidenciales. Reconozco que el Ministro de Economía debe de tener uno de los roles más difíciles dentro de los gabinetes y es por ello que en los diversos sectores hay que ayudarlo para que los efectos de la crisis no nos golpee. Es necesario también que el Ministro de Economía reconozca las distintas posiciones y/o necesidades de la gente para que sus negativas no sean frívolas y/o groseras. Ese puede ser un primer paso para retener los efectos de la crisis externa.
Un pequeño detalle económico agridulce es el fortalecimiento del Nuevo Sol a causa de la “Gripe Porcina”.
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