Fue el 6 de enero de 1535, coincidiendo con la festividad de la bajada de «Los Reyes Magos», la fecha en la cual los conquistadores españoles llegaron a las tierras donde se iba a construir la capital peruana. Sin embargo, sería el 18 de Enero el día en el que el conquistador Francisco Pizarro fundó, en un verano soleado por el valle del Río Rimac en lo que ahora es nuestra Plaza Mayor, el asentamiento humano al cual llamó «Ciudad de Los Reyes».
Nota: ¿Por qué se llama Lima?
«Cuando llegaron los españoles el Rímac era apenas un río de agua dulce, de remansos, maternal en cierto modo, cargado de abundantes camarones y peces, que en la lengua nativa recibía más bien el nombre de mama o mamaq por los carrizales de este nombre que aún abundan e sus orillas cuenca arriba. Ellos, por dificultades de pronunciación, le quitaron la ¿r¿ inicial y comenzaron a llamar al valle limaq, por estar la ciudad que fundó Francisco Pizarro en sus orillas y después acabaron con la cola, dejándola en Lima como hoy se conoce.»
Desde entonces dicha plaza ha sido testigo mudo de interacciones con los poderes municipales, eclesiásticos (católicos) y sobretodo el gubernamental. Un poco de esta historia nos lo cuenta el arquitecto Victor Mejía quien due entrevistado por Henry Spencer allá a finales del 2008.
Como lo ven la Plaza Mayor también era el espacio público por excelencia desde el cual, en democracia, se practicaba la ciudadanía y la organización entre los componentes humanos que conformaron nuestra ciudad capital. ¿Pero que pasa ahora? Ahora es sinónimo de intolerancia, arbitrariedad y prepotencia.
Quisiera mostrarles por qué es que ello se pone en manifiesto en la Plaza Mayor. Para ello remontémonos hace unos días (exactamente el Domingo 11 de Enero) donde los alumnos, padres de familia de los alumnos y ex-alumnos del Colegio Santo Toribio de Mongrovejo se manifestaron en contra de la venta de su colegio en la homilía de la Catedral de Lima.

Policía alejando de la Plaza Mayor a la comunidad del colegio de Santo Toribio de Mogrovejo (Cortesía Prensa Libre)
¿Ante quienes manifestaban su indignación? Ante el Monseñor Juan Luis Cipriani quien quiere dejar a los chicos sin colegio por la mala administración que «directores a dedo suyo» (cabe precisar que, por el hecho de ser un histórico colegio religioso, los directores lo ponen el arzobispo de Lima) hicieron de su escuela y que por ello ha hecho que la institución reciba varias acusaciones de ex-trabajadores.
Así es como todos ellos fueron a increparle al Monseñor a la Catedral de Lima (curiosamente el poder eclesiástico) porque si protestaban en los alrededores de la Plaza Mayor iba a pasar lo que luego ocurrió después que la policía los desalojaran del recinto: la misma policía golpeó a los manifestantes… inclusive a los chicos quienes sufrieron los daños más graves de dicha protesta.
La información llega por cortesía de pantelperu1.
Nota grave: Hubieron chicos que quedaron contusos, golpeados con varilla e incluso que perdieron el conocimiento durante la manifestación en las afueras de la Catedrál colindante con la Plaza Mayor.
Ahora comparémoslo con lo que tenemos el dá de hoy. El mismo alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio, está organizando la celebración por el 475 aniversario de Lima a todo dar en la Plaza Mayor con fuegos artificiales y participación de distintos intérpretes como los Hermanos Yaipén entre otros. Y ojo, no es la primera ni la segunda ni la tercera vez que trata la Plaza Mayor como su chiquero. Ojo que su vecino de Palacio de Gobierno, Alan García, también ha estado utilizanzo dicho lugar varias veces el patio colindante.
¿Es que acaso uno no debe de ser consistente con sus quehaceres respecto a las manifestaciones?, ¿por qué no deja Castañeda, de una buena vez, prohibir toda clase de manifestación o permitirlas?, ¿por qué tenemos que soportar que usen Plaza Mayor al criterio de los que quieran los gobernantes? y peor aún… ¿por qué permite a que se golpeen chicos?

Pero si pueden hacer cualquier evento organizado por el alcalde o por el presidente... ¿no? A esa multitud no golpean pero... ¿ si a niños reclamando por su educación?
Por eso lo único que pido en este Aniversario de Lima es un criterio consistente de acuerdo al espacio público. No me vengan con esa cantaleta que «debemos de beneficiar al turismo en desmedro de la equidad en la forma de expresarnos»… simplemente quiero un criterio sólido acerca de las manifestaciones: ¿son permitidas, tanto las protestas como los tonazos que se arman en Plaza Mayor, o deben de prohibirse por completo?… para que ello no dependa de la soberbia y la arrogancia de los gobernantes de turno.