Viendo el post de Godoy del dia de hoy reflexioné acerca del Almirante Miguel Grau Seminario quien murió un día como ayer en 1879 en el Combate de Angamos (8 de Octubre). Si, aquel que fue diputado de la República por Paita y se opuso al caudillismo de los hermanos Gutierrez reafirmando principios democráticos antes de que hiciera sus proezas en la Guerra del Pacífico con el Monitor que pudo mantener a toda una flota durante meses alejada del territorio peruano: el Huáscar.
Sus hazañas no sólo fueron acompañadas por su capacidad intelectual para maniobrar en cada situación que se le presentaba, también tuvo acciones humanitarias para con el enemigo demostrándonos el respeto a la vida en tiempos de guerra adelantándose a los Convenios Internacionales de Guerra de la actualidad.
Él incluso escribió una carta a la esposa del combatiente chileno caído en desgracia, Camela Carvajal Viuda de Prat, cuya nave fue asediada por el Huáscar, monitor que era comandado por el célebre «Caballero de los Mares».
Que nuestro máximo héroe nacional haya peleado contra el caudillismo, haya respetado los Derechos Humanos, haya trabajado con inteligencia y haya salido desde las altas élites de este país… ¿lo hace «caviar»?
Digo esto porque en la actualidad algunos colegas suyos de las Fuerzas Armadas, y dentro de la política peruana, catalogan esos principios y esas condiciones de vida con tal apelativo. Peor aún, algunas autoridades, militares y civiles, acusan de persecusión a esas Organizaciones No Gubernamentales de Derechos Humanos que reclaman justamente por qué es que ciertos integrantes de las FFAA no cumplieron aquello que Grau hizo: respetar la dignidad de las personas.
Peor aún, durante el conflicto armado de los 80`s y 90`s algunos integrantes de las FFAA atacaron población inerme que ni siquiera era enemiga. El mismo Grau, que recogió al enemigo después que su barco haya sido destrozado, se hubiera horrorizado.
Si bien Sendero Luminoso y el MRTA eran enemigos delincuenciales Grau hubiera sido capaz de reprimirlos usando el respeto y la diferenciación con el enemigo de turno con la población… ¡Él se hubiera ganado a la población haciendo su deber!… y ese deber, que por cierto iba acompañado con los derechos humanos, va más allá de que gane ese apelativo de «caviar».
Asi que le respondo al Ministro de Defensa Rafael Rey: Si Grau existiera en estos días hubiese respaldado el Informe de la CVR; hubiera exigido que las Fuerzas Armadas deslindaran tajantemente con los delincuentes, que llevaron los uniformes que le concedió la patria, para que los metan a la cárcel; y hubiéramos tenido un ejemplo a seguir en este congreso lleno de pordioseros, delincuentes y mediocres (salvo algunas pequeñísimas excepciones que pueden ser contadas con los dedos de las manos).
Miguel Grau Seminario nunca vió su ingreso a la Marina como un vil negociado de armas o para dejar impune algunas acciones ilícitas contra la dignidad de las personas, incluso de los enemigos y/o delincuentes. Sigamos sus principios en vez de usar su nombre para las bravuconadas de algunas autoridades… eso es lo que él hubiera querido.
Pd. Si lo han notado, mi twitter siempre llevó un dibujo de Miguel Grau.