No basta con la lentitud del proceso, no basta con las actitudes irregulares de ciertos jueces, no basta con no ser transparentes con la información obtenida, no basta con desestimar las pruebas de interceptación telefónica, no basta con que el Presidente de la Corte Superior de Lima, César Vega Vega, esté en contacto con Agustín Mantilla y el APRA y maneje dicha parte del PJ a su antojo.
Ahora resulta que recien nos enteramos de algo que ocurrió en la madrugada del lunes 4 de Mayo del 2009 a la una de la mañana: borraron información de dos USBs incautados a la secretaria de la empresa de interceptación telefónica BTR, Giselle Gianiotti Grados, en el despacho de la jueza María Martínez (quien era la encargada de velar por la información incautada). Se han borrado, en total, 592 archivos entre audios y correos.
La nota hecha por América Noticias llega a ustedes por cortesía de Larepublicape.
La irregularidad fue hallada por el fiscal especial Walter Milla el 5 de marzo de este año. En dicha fecha el fiscal en mención encontró la falta de documentos al contrastarlo con lo registrados en actas hechas posteriormente a la incautación.
En la fecha en mención, tal como lo reporta el diario La República, un intruso habría entrado a las oficinas de Martinez y habría manipulado los dos USBs marca Boston Technologies, de 2GB los cuales tenían ambos 594 archivos por separado, y borrando información relevante para las investigaciones.
Por ello, el día de hoy, la OCMA le abrió proceso a la jueza Martinez y el Poder Judicial sacó un comunicado explicando que ningún objeto fue sustraído de la bóveda. No estaba en discusión el hardware (objetos materiales) sino el software (información) y parece que quieren confundir a la opinión pública.
Eso pasa cuando no se hacen las pruebas públicas y accesibles a la gente a tiempo: son mas fáciles de que sean saboteadas. Este clima de incertidumbre favorece a los delincuentes y nos revela la existencia de una mafia vivita y coleando en el Poder Judicial que responden a ciertos intereses a favor de algunos allegados a BTR y a sectores cercanos al gobierno de turno. Javier Villa Stein debería entender que es importante que las pruebas, primero, deban de ser evaluadas para, luego hacerlas públicas… su defensa de mantener el «secretismo» de información lo ha hecho quedar como «un tonto útil» para la mafia que intenta que las investigaciones de los «Multiaudios» se venga abajo.