Primero sería bueno entablar una posición sobre el caso de Gonzalo Sánchez de Lozada y sus ministros asilados en el Perú.
A simple vista parecería que el ex-presidente de Bolivia y sus ex-ministros también tienen que enfrentar algo similar a lo que le ocurrió al venezolano Manuel Rosales: que el mismo presidente desea que sean detenidos.
En efecto, tres de los ministros del régimen de Sánchez de Lozada pidieron su asilo en el Perú y fueron acusados en su país natal de ser partícipes en el asesinato de indígenas en las revueltas mientras GSL gobernaba el país (cosa que si es grave en comparación a lo que se le acusa a MR). Los ministros que pidieron el asilo correspondiente son la ex-Ministra de Participación Popular Mirtha Quevedo, el ex-Ministro de Salud Javier Torres Goitia y el ex-ministro de Hacienda Jorge Torres Oblea.
Así es como se manifiesta Evo Morales, actual «presidente» de la “República” de Bolivia sobre el asilo que el Perú le ha dado a los tres ex-ministros mencionados.
¿Cuándo van a entender que si es que se quiere justicia en esos países los distintos poderes deben de estar separados y no a merced de los mandatarios de turno? Con esas declaraciones es evidente que esos tres ex-ministros no tendrían un juicio justo en el país altiplánico que es, al fin y al cabo, un satélite más del petro-imperialista del continente: el dictador venezolano Hugo Chávez.
Sin embargo, a diferencia del caso del opositor del dictador venezolano puede que GSL y sus ministros estén implicados, pero aún así Morales no debió manifestarse en contra del ex- mandatario ni de sus ministros y debió dejar que la fiscalía del Poder Judicial de su país haga su tarea ya que las declaraciones, cuando provienen de un jefe de estado, parecen más a persecusión política que a una reinvindicación justa.
También es importante recordarle al jefe de estado boliviano que él tiene a un terrorista emerretista como Wálter Chávez en sus filas como asesor presidencial (mismo Montesinos) y que ese sujeto debe de ser devuelto al país para su juicio correspondiente.
¿Pero sabía usted que hay peruanos que han salido perdiendo ante todo este embrollo? Resulta que en la provincia de “El Alto” hay sindicatos en control del Movimiento al Socialismo (siglas MAS partido perteneciente a Evo Morales) que quieren expulsar a paisanos nuestros, que están trabajando en dicha provincia, por el simple hecho de que nuestro país le ha dado asilo al ex-presidente boliviano y a los tres funcionarios de la gestión anterior. ¿Qué tienen que ver nuestros compatriotas en todo esto? Simplemente la nacionalidad… una lógica bien xenófoba y condenable a toda costa.
Pero eso no queda allí. El día Lunes, en la República Bolivariana de Venezuela, han retenido arbitrariamente a Álvaro Vargas Llosa por un par de horas en el aeropuerto de Marquetía en Caracas. Ello se debe a que el señor iba a un coloquio titulado «El desafío latinoamericano: libertad, democracia, propiedad y combate a la pobreza» y el gobierno de dicho país vio su presencia como injerencia política extranjera. Eso se debe a que AVLL anteriormente tuvo una posición crítica sobre la dictadura que se ejerce en el país llanero. Lamentablemente en estos momentos Álvaro no cuenta con su pasaporte, ya que el régimen venezolano lo ha retenido hasta que se vaya de ese país, con el propósito de evitar que dé opiniones críticas contra el gobierno chavista.
Asimismo el día de hoy, el ilustre escritor Mario Vargas Llosa, padre de AVLL e invitado al mismo evento al que iba su hijo, también fue retenido durante un par de horas en el Aeropueto Simón Bolivar de Caracas e igualmente le retuvieron el pasaporte. Ahora cuenta con una custodia particular que le imposibilita dar opiniones sobre el gobierno actual de Venezuela limitando así su libertad de expresión.
Maltrato a dos peruanos por el hecho de pensar distinto. Eso es repubiable en todo sentido y solo ocurren sistemas autoritarios. Es repudiable como ese régimen chavista que dice ser bolivariano quiera marginar a nuestros compatriotas. Simplemente es un acto para condenar y nos recuerda cuanto miedo tienen los dictadores como Hugo Chávez para confrontar ideas democráticas.
Ambos casos de discriminación se dan en base de este nuevo «imperio bolivariano» que Hugo Chávez quiere construir con la prepotencia del dictador que compra voluntades a base de petrodólares. Es lamentable que discriminen peruanos por el hecho de pensar distinto o por pertenecer a este país llamado Perú que no aceptó ser títere de ninguna dictadura bananera que solo se sostiene en base a producto extractivo y finito como lo es el petróleo.
Ante eso Ollanta Humala tuvo ayer la oportunidad de manifestar su condena tanto para el caso de Álvaro Vargas Llosa como para solidarizarse con nuestros paisanos en «El Alto» en el programa Prensa Libre de ayer. Lamentablemente lo único que sabe hacer es avalar esos gobiernos xenófobos y demostrarnos que él es un simple cónsul bolivariano que recibe petro-dólares provenientes de Venezuela mediante su esposa y el diario llanero Daily Journal. Bien «nacionalista» resultó ser ese sujeto al someterse a la pleitesía de un imperio extranjero.