Hace meses he estado en Trujillo. Me sorprendí que en su centro y en la parte moderna de la ciudad haya un orden urbanístico impresionante que cualquier limeño pudiese envidiar… pero el orden urbano en esa parte de la ciudad no es el tema del día.
El tema de hoy es el desorden delincuencial que existe dentro de las zonas urbano-marginales de esa ciudad donde hay mafias que trafican con tierras y extorsionan taxistas, mototaxistas , empresas de transporte, constructores, dueños de hoteles, comerciantes y mercaderes, entre otros empresarios en dicha ciudad considerada como «la ciudad de la eterna primavera».
¿A que me refiero?, ¿no me creen?, ¿me quedé en las nubes de Lima?… A Primera Hora nos muestra el problema. (Por Cortesía de noticiasnorte).

El tráfico de tierras combinado con la extorsión condiciona a la gente del Distrito Trujillano de El Porvenir
He hecho un chequeo rápido a través de blogs y medios trujillanos y es cierto lo que dicen: en muchos casos estas bandas delincuenciales trujillanas dejan huella en distintos bienes ajenos a través de calcomanías y/o stickers que representan «las marcas de las mafias». Dichas marcas supuestamente sirven para dos cosas: 1) para que la mafia identifique a quienes cobrar so pena de acabar con la vida de los extorsionados y/o de sus familiares o robar y/o destrizar la propiedad ajena y 2) para que otras mafias no se metan con el sujeto extorsionado.
Es así como Enemigos Íntimos en Canal 2 profundiza más sobre el tema por Cortesía de perumedia1.
Quiero enfatizar dos cosas sobre el reportaje:
1) Si se sabe que estas mafias operan desde las cárceles a través de celulares ¿por qué no se hace nada para bloquear las telecomunicaciones entre los operadores y los que ejecutan las diversas acciones de las mafias? No es tan dificil de hacer eso invirtiendo un poco en equipos de bloqueo de señal, en un sistema de control de video y en requisitorias semanales.
2) La segunda pregunta, y esto me llama la atencion, es: ¿Por qué es que los sujetos que están en la mafia conocen a los familiares, las costumbres, las pertenencias y la ubicación de sus víctimas al milímetro?
Aparte de las tristes palabras del Ministro del Interior Octavio Salazar que piensa que todo se resuelve con un Código Procesal Penal y que se desentiende del problema cuando se le pregunta (teniendo él conocimientos de la zona por haber sido Jefe Policial allí) y de la incapacidad logística como matemática del Jefe de la III División General Raúl Becerra (sino que explique cómo de cincuenta bandas que había anteriormente sólo hay cuatro en la actualidad y que se capturaron doscientas) se denota la dejadez por parte de algunos altos mandos policiales en salvaguardar a las personas en las zonas urbano-marginales trujillanas.
Pero ojo, los mensajes y telecomunicaciones provenientes desde las cárceles, el conocimiento de lo que indican las «marcas» por parte de las autoridades y el acceso a la información que los delincuentes poseen también ponen en evidencia algo muy grave: son indicios de que hay gente del INPE o de la Policía Nacional en Trujillo coludiéndose con dichas bandas ya que dichas organizaciones tienen acceso a la información de los ciudadanos.
Policías y personal del INPE que se coluden con los delincuentes y además entorpecen la labor de aquellos policías que hacen el mayor esfuerzo para cuidar a la gente de su ciudad.
Sería bueno que se deje de encubrir a los malos efectivos, a través de victimizar a los integrantes de la institución como Salazar lo hace, y decir quien diablos dentro del sistema penitenciario y/o policial en Trujillo está detras de esto…
… y ojo, son cuarenta bandas, de las cuales cuatro destacan, que ya han acabado con la vida de un centenar de personas aproximadamente de lo que va del año.
Pd. Este triste fenómeno está incipiente en Chiclayo y a Piura… ¿Becerra y Salazar?… es su sector pero con ellos no es.
Pd2. Ahora el Ministro Salazar, después de hacerse el sueco con el tema tal como hemos visto en el video, piensa viajar a Trujillo para evaluar la violencia. Al parecer le encanta el turismo porque bien lo pudo hacer hace pocos días cuando estaba por allá.