En un segundo documental de Julien Bryan realizado en 1944 nos demuestra, sin querer queriendo, cómo es que vivía una familia de la antigua oligarquía Limeña abriendo las puertas de la familia Graña-Garland. Esta «clase» sería la que habría gobernado durante décadas el país de la mano con los militares. Incluso «su democracia entre ellos mismos» (República Aristocrática sin contar desde que le dan golpe de estado a Guillermo E. Billinghurst) duró más tiempo que cualquier periodo democrático y es por ello que la considero una democracia de mantequilla.
Eran tiempos en los cuales Lima y el Perú reflejaba mayores desigualdades y oportunidades de lo que hay en la actualidad a pesar que los índices de crecimiento económico iban muy bien (¿coincidencias?… les recuerdo que años después vino Odría quien hizo bastantes obras pero con grasos errores económicos de despilfarro como siempre hace un dictador), sin embargo, uno puede notar mayor ordenamiento público y mejores condiciones para vivir lo que, lastimosamente, no eran compartidas ni con otras clases sociales ni con el resto del país.
Por cortesía de «poetafer» allí les va. Espero que el documental les enseñe un poco lo que es una familia oligárquica. Lamentamos que aquellos que no hablen ingles no lo entiendan pero vale la pena visualizar su contenido.
Ustedes pueden apreciar por su propia cuenta la unión de coexistencia y solidaridad entre integrantes de la sociedad oligárquica limeña. Lo lamentable fue que, en general, los integrantes de dicha «élite» no consideraban al resto de personas del Perú como sujetos con los mismos derechos y deberes, o mejor dicho sus iguales.
La mirada y la frivolidad de dichas personas muchas veces dependía de las tendencias foráneas y de los objetos suntuosos del hemisferio norte. En dicha clase siempre hubo el modelo aspiracional de vivir como un europeo o un norteamericano sin haber visto las bondades ni las ventajas de vivir en este país que podían acoplarse o integrarse a sus costumbres.
Es interesante ver cómo en esos tiempos un doctor ganaba muy bien trabajando en un Hospital Estatal, o al menos vivía bien… algo iluso en estos días.
También fue desagradable ver al hombre y a la mujer marcados fuertemente por roles que debían de ejercer los cuales denotaban el gran grado de machismo y estigmatización de dicha sociedad. Ello se explica en parte el noviazgo de una señorita (llamada Carmen Freire) con un diplimático norteamericano el cual tenía que dar un dote a los padres de esta chiquilla de 17 años y tenía que frecuentarla a vista de sus progenitores a fin que llegue «virgen» al matrimonio.
Si bien «esta clase» ha sido eliminada por el velasquismo y las olas de migratorias hacia la capital de los años 50s, 60s y 70s. Pero, aparte de ello podemos denotar que muchas de sus costumbres, sobretodo las excluyentes, se aplican en la actualidad… sino, ¿cómo se explica que las empleadas no se puedan bañar en «las piscinas de clubes exclusivos»?, ¿o que se restrinja el derecho de admisión en la discoteca «Aura» a causa del color de la piel?, ¿o que la chismosería y/o cucufatería sea nuestro forzado pan de cada día cada vez que vamos a un kiosko y vemos diarios «chicha»?
Este documental en si explica parte de su posterior decadencia y de algunas costumbres de alguna gente acomplejada y marginadora, no sólo en la capital, también, en el país.
Pd: También pueden revisar el primer documental «Lima» de Bryan.