En la edición del mes de Mayo de la Revista «Poder» la Dra. Maité Vizcarra, dueña del blog «Techtulia» de Semana Econónica, se manifestó acerca de los «smartmobs» (más conocidos como «Masas Inteligentes») en su artículo «La última batalla: Portátiles digitales vs. turbas inteligentes«.
En el artículo menciona cómo es que las nuevas tecnologías impulsan nuevas formas de manifestación tomando en consideración el libro de Howard Rheingold «Smartmobs: A social revolution» (traducido al español «Masas inteligentes: Una revolución social») en donde explica un poco sobre las subculturas digitales y cómo la generación de grupos espontáneos impulsan un empoderamiento en el ciudadano de a pie para impulsar temas y/o candidaturas.
Asimismo, toma como ejemplo la campaña de Antanas Mockus a la presidencia de Colombia basándose en las nuevas tecnologías y describe diversos tipos de actores que emiten, difunden y receptan el movimiento generado por los «smartmobs». Hasta ahí todo bien… hasta que leo el antepenúltimo parrafo:
«Pero también hay fraudes. Y lo más triste de esos remedos de estrategia digital es lo evidente de su falta de legitimidad. No hay que ser un genio perspicaz para advertir que las denominadas “portátiles digitales” (o los “blogueros K”, en su versión argentina) de nuestra incipiente política 2.0 son montajes tan ridículamente obvios que, en la práctica, son ellos mismos los que terminan por desvirtuarse. Para el ojo de alguien que no es un internauta frecuente eso puede pasar desapercibido, pero para el público que vive enchufado a las redes sociales, que se conmueve con causas cívicas como las de los “Tambores de la Paz”, “Chapa tu paradero” (que exigió, a través de Twitter, explicaciones por el “Lentopolitano”) o, más allá de nuestras fronteras, con las manifestaciones universitarias de Madrid, es ofensivamente evidente que todo es un artificio barato. Nadie puede creerse que abrir una cuenta falsa en alguna de estas redes sociales para denostar al opositor o, peor aún, para lisonjear al personaje que paga al falso ciberactivista, puede ser una manifestación de una smart mob.«
Esto es lo que dice en su lamentable antepenúltimo párrafo tratando de justificar que algunos «smartmobs» son espontáneos e interesantes y que otros son para insultar al opositor político o para que un cyberactivista falso lucre con ello a través de un político que le estaría pagando para alentar este tipo de actividades. Y entre los ejemplos cita la movilización ciudadana de «Chapa tu Paradero«.
Como todos saben yo fui quien cree e impulsé «Chapa tu Paradero»… por lo tanto ella me alude a mi. Y les puedo asegurar que yo no recibí ningún pago y que mi intención no era defenestrar contra el alcalde per sé, de por medio, en la actividad para coordinar que visualizemos y demos a conocer ante la opinión pública cómo iban las obras de los paraderos del Metropolitano el 15 de Abril de este año, día de su supuesta inauguración, mediante fotos y videos.
Si es que consideró un fraude o un artificio barato la movilización de «Chapa tu Paradero» será su opinión, aunque me parezca muy ligera su actitud, sin poner una justificación de fondo de por qué dicha actividad la considera así. Incluso, esta actividad del 15 de abril fue una llamada de atención que, si uno va por Paseo de la República ahorita (Domingo 16 de Mayo) y vé las fotos y los videos de la actividad (día 15 de Abril… ojo, supuestamente era inauguración), notarán hartos cambios de una inauguración que no era como el alcalde nos lo pintaba (y mejor si pasan de noche ante una vía expresa poco iluminada donde ocurrían accidentes).
De casualidad, no sabía que me seguía, pero la encontré en el twitter y esto fue lo que dialogamos:
Así es como me mandó a leer su texto de nuevo y cómo me negó la oportunidad de defenderme (aunque también fue mediodía y supongo que iba a almorzar a algún lado). Sin embargo, el hecho que lo haya publicado en una revista como «Poder» y que sindique a quien creó un smartmob como «chapa tu paradero», de alguna forma, como un aprovechado político me impulsó a hacer este artículo.

Qué mejor que ver todos los fotos de "Chapa Tu Paradero" (haga click para ver el post donde linkeo toda la información)
¿Qué espero de ella? No tengo el gusto (o disgusto) de conocerla pero en el eventual caso de que se disculpe éstas serán aceptadas. Sin embargo, este post es para aclarar que no me aproveche política ni económicamente de la actividad para defenestrar contra otra persona y/o autoridad el cual era la imputación que practicamente se hizo hacia el creador de «Chapa tu Paradero». O sea, yo.
Pd. Y si quieren ver cómo se originó «Chapa tu Paradero» vean el post anterior.
Actualización (Lunes 17 de Mayo del 2010 – 10:00pm):
Ahora resulta que la Dra. Maité Vizcarra dice que deben de existir niveles de consenso en el país y apela al Factor I de Gonzalo Galdos en su texto «La Visión País» (texto del cual, a mi parecer, tiene una visión bien compacta del país como si esta debería de funcionar como una empresa, sin embargo, manejar un país requiere un aparato el cual vele por los derechos y deberes de los «ciudadanos«… esta última palabra puede de parecerle fea a la Dra. Vizcarra).
Aún así, retomando al autor que cita sobre lo que hay que generar, en un contexto macro, es credibilidad y certidumbre. Eso, bájenlo a un entorno micro el cual conforma la partes cotidianas con las cuales vivimos, relacionamos y convivimos. Centrémonos un poco en Lima, ¿hay visión ciudad, con demasiadas obras en ejecución, previa a las campañas electorales, en cordinación entre las autoridades provinciales con sus pares distritales e incluso nacionales? ¿Y hay cumplimiento con una obra que se viene pateando durante años como lo es el Metropolitano? creo que no la hay ni lo uno ni lo otro.
Es así como nos volvemos incrédulos de nuestras autoridades, en un entorno, con obras inciertas que, al final, nos perjudica en las horas que nos quedamos estancados en el tráfico (para citar el ejemplo de «Chapa tu Paradero«) y a otros, incluso, les destrozan el distrito que a la vez conformaba parte de otra palabra que le debe de asquear a la Dra. Vizcarra: Identidad. Es así como surge el impulso por chequear los incumplimientos por nuestra propia cuenta.
Y no creo que haya consenso simplemente porque no hay diálogo y ello porque no se quieren generar los vasos comunicantes pertinentes desde las comunidades ni creo que haya coordinación técnica, en las obras, porque éstas se aglomeran en ciertas épocas (y es más, hasta el alcalde se jacta de ser mudo) ni se hace con los estudios pertinentes (la obra no cuenta con un EIA adecuado y aceptado por el MTC desde sus inicios).
Si quieren consensuar una visión urge crear los vasos comunicantes pertinentes para que se conozcan las necesidades que tiene la gente, e incluso se gesten las relaciones pertinentes para que haya un desarrollo armónico entre diversas personas y no mediante autoridades que imponen sus términos para hacer obras por doquier afectando la calidad de vida de la gente como ocurre en la actualidad.
Tenemos en el derecho de estar informados sobre lo que nos sucede y si bajamos, por nuestra cuenta, a investigar lo que esta ocurriendo y encontramos tales fallas e incumplimientos es porque estamos en nuestro derecho. Es así como gestionamos nuestro derecho ciudadano para indagar y manifestar nuestra indignación hacia diversos hechos que ocurrieron a consecuencia de las obras (ante la invisibilidad de otros entes gubernamentales por cierto… algo que funciona en Europa, claro está).
Todo esa justificación, aún así, no quita la imputación que la Dra. Vizcarra ha hecho hacia los que generaron los «smartmobs» mencionados en su antepenúltimo párrafo. O sea, que provienen de aquellos que quieren sólo defenestrar al opositor o que son cyberactivistas falsos pagados por un político. Me parece una bajeza de su parte dichas imputaciones y generalizaciones (sobretodo hacia lo de «Tambores de la Paz» y sobre «Chapa tu Paradero»).
Cuando quiera la Dra. Vizcarra puede tomar fotos por el Paseo de la República y, si quiere, constastamos con las imágenes que tenemos de nuestra actividad. A mi ni siquiera se me pasó por la mente crear un «smartmob» (ni siquiera sabía que era un «smartmob»)… sólo actué según mis conocimientos como comunicador ante la indignación de la twittósfera.
No me gustaría concluir que la Dra. Vizcarra está en la Luna, dispersa en el texto y la demagogia… pero esa es la sensación que me da.