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Monthly Archives: junio 2011

Viciado Cotlereano... posiblemente así emita el voto viciado

Es notorio que las posiciones más indolentes han pasado a la segunda vuelta. Indolentes porque enfrentan a una hija de un dictador (Keiko Fujimori) cuyo objetivo es sacarlo de la cárcel versus un acusado de violador de derechos humanos e instigador de una intentona de golpe de estado (Ollanta Humala). Posiciones indolentes donde la mayoría de votantes peruanos optaron por una memoria selectiva donde las víctimas de Madre Mía o de Barrios Altos serán olvidadas por cualquiera que opte por una de las dos opciones. Ambas opciones, más que miedo, me dan asco… por eso votaré viciado.

Viciado porque veo como el país se polariza de una forma catastrófica; viciado porque rechazo la memoria selectiva y las justificaciones perversas de unos y de otros; viciado porque protesto ante esos condicionamientos del “si no estás conmigo, estás contra mí”; viciado porque cada vez estas dos posiciones rompen los tejidos sociales que anteriormente fueron rotos en la época del terrorismo; viciado porque quieren encegarse de los crímenes en los que están envueltos ambos candidatos; viciado porque rechazo votar por una mera etiqueta o por un status; viciado, mi estimado, porque protesto contra tu indiferencia.

Ahora resulta que son muy pocos los que le tienen respeto al voto contrario y varios son los que le echan la culpa a uno por viciar el voto ya que favoreces al otro. Nadie se pone a pensar que el voto viciado es una firme expresión del rechazo hacia las dos posiciones que están dividiendo a este país. Eso genera exclusión de una y otra parte y ello romperá los tejidos sociales quebrados desde la época del terrorismo. Hay familias que no se pueden ver y eso ni les interesa a esos dos que ostentan el poder.

Yo hasta ahora creo que un tipo que está acusado (ni siquiera sentenciado) de violar los derechos humanos, ya sea paramilitar o terrorista, no debería de estar en contienda pues se muestra para el manoseo político de su caso más que para la implantación de justicia en esta país.

No me queda más, personalmente, que oponerme democráticamente al gobierno que venga sea cual sea. Siempre he creído en el respeto al otro y en rechazar la memoria selectiva. Por ello votaré viciado.