El patrimonio cultural tangible es aquella edificación o construcción que simboliza y/o indica alguna relación y/o utilidad con una comunidad humana existente asentada o habiéndose asentado en un espacio territorial. Mediante su uso y su representatividad se reconstruye los saberes culturales e identifica las nociones y los aportes de un conjunto humano. Ello puede abarcar desde útiles como cerámicas hasta grandes ciudadelas como Machu Picchu.
En estos tiempos el patrimonio cultural tangible es utilizado para el turismo, para la investigación científica y para el fortalecimiento de la identidad local. En el Perú, como verán, a las autoridades sólo les importa el turismo ya que dicho rubro trae beneficios económicos directos para ciertas estadísticas macroeconómicas (poco importa para la investigación y acumulación de saberes ancestrales así como para fortalecer la identidad de una localidad y el respeto a la patria) sin importar de su sostenibilidad ni del «uso» que los mismos pobladores pueden hacer de dichos bienes históricos.
La semana pasada ocurrió algo que todos en la blogósfera dimos a conocer y que hizo que el tema del patrimonio histórico tangible esté de nuevo en la agenda pública: la vandalización de la Huaca del Dragón de la Ciudadela de Chan Chán (Construída por la Cultura Chimú) por parte de unos chicos que fueron de viaje de promoción, por parte de un colegio estatal ubicado en Los Olivos en la ciudad de Lima, hacia esos lares y que patearon y arrojaron piedras a un mural de la huaca. Para rematar lo filmaron y lo pusieron en Youtube.
Para conocer detalles de como se produjo, detectaron los culpables y posterior mea culpa de uno de los vándalos les recomiendo leer la columna del Calumnista 2.1 de Marco Sifuentes.
Aquí las imágenes de la noticia de los adolescentes por cortesía de Peru.com.

El director del Complejo Arqueologico de Chan Chan Enrique Sánchez chequeando los perjuicios de los adolescentes al muro
Si es que los adolescentes no quieren aprender ni valoran la historia, entonces… ¿para qué van? Fácil todo este acto vandálico comienza por una educación prepotente (que los obligan a ir a sitios arqueológicos cuando no les interesa), una falta de toma de consciencia sobre la historia del Perú y el «impulso patán» trasladado de los grandes hacia los adolescentes (hubiera sido mejor que vayan a Aventura Plaza a ver una película o que estén veraneando en las playas de Huanchaco sin estorbar a nadie ni dañar monumentos).
¿Que han hecho una estupidez de estos adolescentes? si, y deben de ser sancionados correctamente (y no «severamente») para que la sociedad y ellos mismos aprendan sobre lo que no debemos hacer con el patrimonio histórico tangible de forma matonezca. Asimismo, es lamentable que a los vándalos los estén amenazando de muerte desde una PC vía Internet creyendo falsamente que uno hacen patria así (otro principio de la matonería).
Aún así… ¿es el único caso en el que deberíamos de preocuparnos? Definitivamente ¡No! y en el siguiente post mostraremos una colección que demuestra iguales o peores daños de los que estos chicos han causado.
Mientras tanto les dejo con esta entrevista que Jona le hace al arqueólogo José Luis Pino…
… porque de eso trataremos en el siguiente post.
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[…] Bákula ya presentó la denuncia policial como buena protectora del patrimonio… ¿será que sólo puede acusar a chibolos que postean su video en youtube ya que no tiene la suficiente firmeza ni talante como para decir “no” a lo de […]
Comentario…
[..]Articulo Indexado Correctamente[..]…
[…] This post was mentioned on Twitter by Roberto Esparza, Roberto Esparza. Roberto Esparza said: Patrimonios y demonios (Parte 1): http://wp.me/psZEo-Rh […]
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