Todo comenzó cuando a los pobladores de la comunidad de Paucartambo se les ocurrió exigir a la Asociación Fondo Social Yuncán la repartición de fertilizantes para sus chacras, o sea, que les den dádivas en vez de trabajar seriamente en proyectos de desarrollo sostenible como debe de ser.
Este fondo se debe gracias a que la empresa de generación eléctrica EnerSur S.A. aporta para el bienestar de la población circundante a la Hidroeléctrica de Yuncán en la cual ellos operan. Una empresa que, al parecer, no estaba haciendo daño a nadie ya que no generaba contaminación ni robaba recursos ya que simplemente manejaba una hidroeléctrica.
Bueno, no sabemos quienes agitaron la protesta en la cual dichos pobladores exigían fertilizantes ante la AFSY. Lo que si sabemos en la actualidad es que ello se debe a que los pobladores querían recibir fertilizantes y el Fondo no se los dio.
En fin, la gente de Paucartambo, que eran alrededor de 5,000 personas, tomaron la hidroeléctrica y capturaron a trece policías a quienes mantuvieron secuestrados hasta el día de ayer después de que el vice-ministro del Interior Wilson Hernández fuese a la zona del conflicto para apaciguar los ánimos, a salvar a los trece policías y a prometerles a los comuneros implicados en el secuestro de los policías que nadie iba a ser denunciado por dicha acción y para ello firmó un acta de compromisos con la población (Qué terrible es ser policía en tiempos de Alan García).
Luego Hernández dijo que no prometió no acusar a los que retuvieron a los policías hasta que salieron unos audios que corroboraron la negociación que este tuvo con los comuneros de no acusar a los secuestradores de policías y terminó con el vice-ministro del Interior quien tuvo que presentar su carta de renuncia. Mismo harakiri político condicionado a la «deshonra» de no poder hacer imperar el estado de derecho en la zona y estar sometido a los dictámenes de la comunidad.
Podemos despotricar cómodamente todo lo que sea contra el vice-ministro pero la verdad es que ese señor había sido mandado por el ejecutivo a negociar sin un cobre, chantajeado y a “buena voluntad” a lo Yehude Simon en su época de premier. Allí la población ha estado errónea desde un principio cuando exigió dadivas y quiso utilizar la violencia contra una empresa hidroeléctrica que sólo tiene la culpa de generar energía. Pudieron haber pedido proyectos de electrificación rural pero nada… malgastaron los fondos en fertilizantes que se repartieron entre ellos.
Esto además crea un precedente de desorden y de cortoplacismo que no solo es ilegal, además, los fondos no se concretizarán en obras para el bienestar común de la población con lo cual la plata se esfumaría en fertilizantes y sometería al estado a tener que negociar cada protesta que haya en el país “de rodillas” .
Sumémosle el hecho de que el Quemier anunció que los comuneros que secuestraron a los policías si serán sancionados por lo que, de alguna u otra manera, invalidaría la palabra y las firmas de los representantes del estado (y con ello la credibilidad de sus representantes). Sin embargo, para trasladar la pelota a la empresa y no manifestar algo impopular en contra de su gobierno y de la gente, el Quemier manifestó que la “burocracia corporativa” debió de ser más eficiente a la hora de negociar con los nativos. Eso para tapar la ineficiencia que el actual estado tiene en la resolución de conflictos porque lo único que harán es mandar a cualquier autoridad como lo fue Yehude Simon, el General Alberto Jordán o al viceministro saliente para que rueden sus cabezas al no tener recursos para poder negociar… pero eso si, los apristas bien sentados en sus escaños congresales y en sus ministerios, ellos si no van a negociar porque deben de pensar en «su prestigio» en vez del país.
¿Y el Ministro del Interior Octavio Salazar? Él debe de dar explicaciones para saber quien ha mandado asi nomás a su propio vice-ministro.
Solución: Fortalecer la ciudadanía y hacer entender que tanto los policías contaban con el deber de cuidar la propiedad privada que era de bien común como lo es la hidroeléctrica. Es importante reestablecer el principio de autoridad que tiene la policía en la zona por más impopular que suene.
Así es mi opinión cuando las protestas tienen orígenes burdos y actos vandálicos. Lo más curioso es que por allí algún partidario aprista de Pasco haya apoyado la burda paralización y para colmo se queja de lo que no conoce, o sea el Fondo Social… ¿burdo aprovechamiento político?