A Carlos Rivera lo pueden ver defendiendo a los deudos ejerciendo la abogacía en los diversos casos de Derechos Humanos y en las peores pesadillas de algunos asesinos (y cómplices de la impunidad) que han tenido cargos gubernamentales anteriormente. A él lo pudimos ver en el megajuicio del ex-dictador Alberto Fujimori por violación a los DDHH. representando a los deudos mediante la Organización No Gubernamental Instituto de Defensa Legal (más conocida como IDL).
Cuando el abogado en mención ingresó al país lo detuvieron por el caso de falsificación de firmas del Partido por la Democracia Social allá por el lejano 2001 (lo que en el futuro sería el partido al cual yo pertenezco: el Partido Descentralista Fuerza Social). Más extraño aún es que no le hayan notificado sobre su orden de capturan, que lo hayan dejado salir del país sin ningún aviso previo de que estaba siendo buscado por la justicia de nuestro país y que lo hayan detenido el único día en el cual no podía apelar su inocencia… el día Domingo.
Para cuestionarse más aún la medida, Rivera sólo compró el “kit electoral” del año 2001 el cual no ha sido utilizado por el PDS y poco tiempo después se alejó del partido para avocarse de lleno a su profesión. Sería en el 2005 el año en el cual Gustavo Guerra García compró otro “kit” electoral” para inscribir al partido en cuestión. José Alejandro Godoy (usuario del www.desdeeltercerpiso.com) me ganó la iniciativa de constatar el caso que involucra a Carlos Rivera y a gente de mi partido conversando con Susana Villarán y con Gustavo Guerra-García. A continuación estos son los puntos que recogió de dichas entrevistas.
1. Carlos Rivera fue, por tiempo breve, personero del PDS en el 2001. Como tal, compró un Kit Electoral para buscar la inscripción del partido. Dicho Kit no fue utilizado y, al poco tiempo, Rivera se apartó de toda actividad política.
2. Para la inscripción del PDS, conseguida en el 2005, se compró otro Kit Electoral, a través de Gustavo Guerra García.
3. Todos los partidos pasan por una revisión bastante rápida de firmas, a cargo de ONPE. Cuando la ONPE detecta alguna firma extraña, se saca la hoja de registro y se separa. Pero, a pesar que el responsable de la hoja de recojo de firmas está registrado con nombre y apellido, una norma del organismo electoral no hace responsable a quien recogió las firmas, sino al personero legal.
4. En el PDS no hubo, ni por asomo, fábrica de firmas. Menos aún, intensión de engañar. Es más, es la agrupación política con menos porcentaje de firmas irregulares.
Aquí también podemos ver sus declaraciones con mayores detalles cortesía de lamula.pe.
Error en una de las preguntas. El informe no lo saca La Primera, lo saca el Diario Fujimontesinista La Razón.
¿Pero para qué detener a Carlos Rivera? Al parecer los temas en los que iba a participar no son del agrado de las autoridades actuales ya que se investigan casos de DDHH ocurridos en el primer gobierno de Alan García: el Caso Pucará (asesinato de 8 pobladores en 1989) y la desaparición del teniente de reserva EP Marco Barrantes Torres (en los sótanos del SIE en 1988). Aparte de esos temas Rivera está viendo el caso El Frontón (tema que involucra al Vice Presidente, Vice Almirante y congresista aprista Luis Giampietri) y la ONG donde trabaja cuestionó las cifras oficiales de víctimas (que yo también cuestiono, por cierto) por la falta de condiciones para poder investigar en la zona.
¿Cómo han detenido a Carlos Rivera? Para eso alguien en el APRA utilizó este instrumento donde instauraron algún copamiento partidiario llamado “Poder Judicial» (curiosamente uno de los poderes que constituye la democracia en un país). Con la ayuda del juez del 40 Juzgado Penal de Lima César Díaz se ordenó arbitrariamente la captura de CR el 20 de mayo (ojo, Rivera salió del país el 24 de mayo por el Aeropuerto Jorge Chávez). Todo se pone más perverso cuando le digo que ese sujeto tiene cercanías con el polémico operador aprista Presidente de la Corte Superior de Lima César Vega Vega.
Si en el APRA querían volver a desprestigiar al Poder Judicial como despensa de sus intereses partidarios… lo consiguieron. No les basta con la ocupación que intentaron hacer de Panamericana Televisión ni con la complaciente investigación que le hacen a los delincuentes Rómulo León, Alberto Quimper, Ernesto Arias-Schereiber, entre otros ni con que el Poder Ejecutivo le quiera torcer la mano al Judicial para atrapar a Alberto Pizango.
Ahora tienen que ensañarse con un abogado de DDHH. como Carlos Rivera (y ojo que se ganó su prestigio internacional en el megajuicio a Fujimori). Así que si los apristas quieren embarrar más aún la imagen del país, después de lo de Bagua, sigan con esas actitudes macabras de utilizar las instituciones de justicia para los fines del gobierno de turno.
También puede ver la entrevista que el blog «Reportaje al Perú» le hace a Carlos Rivera, el caso visto y analizado por José Alejandro Godoy en Desde el Tercer Piso (Parte 1 y Parte 2), a Alberto de Balaúnde quien siguió las incidencias del caso el mismo día Domingo, a Susana Villarán comunicándose desde Suiza (porque trabaja para la ONU y no como otros a quienes «se desconoce» una forma transparente de como subsistir en esta vida) y el comunicado que el IDL hace a la opinión pública.