El 12 de Mayo se ha producido un bloqueo en los kilómetros 441, 450 (ambos de la provincia iqueña de Nazca), 632 (provincia arequipeña de Chala) y 782 (provincia arequipeña de Ocoña). Este paro se debió a que los mineros informales quisieron que se derogue el Decreto Supremo 005-2009-EM el cual aprobó la Ley Nº 27651 (Ley de formalización y promoción de la pequeña minería y minería artesanal) y que impone ciertos estándares para que los pequeños mineros se formalicen.
Personalmente creo que el Estado debería encontrarles otra fuente de ingreso concertando con la gente que se dedica a dicha actividad. Es que la minería informal tiene serias consecuencias que el gobierno tiene el imperioso deber de combatir para evitar la desigualdad, el abuso, la degradación de la naturaleza, las mafias, la esclavitud de niños entre otros problemas que puede acarrear. Tanto pobladores como Estado deben de comenzar a dialogar y a deben de ser conscientes sobre el deterioro del bienestar que conlleva dicha actividad y de alternativas que pueden construir conjuntamente con un estado promotor que ayude y capacite en nuevas funciones laborales a la población.
¿Recuerdan cuando escribí sobre “trata de personas”? Resulta que la minería informal es uno de los destinos de dichos chicos y jóvenes que son captados por traficantes de personas, en otros lugares del país, para luego esclavizarlos como trabajadores forzados en las minas. Asimismo fomenta el delito de la prostitución infantil ya que los mineros, al tener ingresos mediante el oro principalmente y al haber mafias que importan niños y niñas de diferentes lugares del país, se crea un círculo vicioso corrupto entre minero informal, mafia local y traficantes de personas que requiere de impunidad, de ausencia de estado y de falta de autoridad o de alguna autoridad corrompida en la zona.
La falta de autoridad se debe a que el poder adquisitivo y masivo de los mineros informales, más el poder armamentista de las mafias que comenzarían a operar, no permitirían una inspección técnica adecuada por parte de las autoridades y harían que los mineros esclavizados tengan que trabajar en condiciones insalubres exponiendo sus vida. Ello se debe a que las autoridades se quedarían impotentes ante las amenazas, los chantajes y la corrupción.
Las condiciones insalubres en las cuales los mineros (y sobretodo los esclavos) trabajan podrían conllevar a distintas enfermedades tales como bronquitis, neumonía, anemia, etc. Ello se debe a la toxicidad de los elementos con los que deberán de trabajar para sacar el oro puro como el cianuro o el mercurio además de las partículas de polvo de la mina.
La degradación natural es otro problema grave ya que los mineros informales utilizarán descaradamente las acequias y los ríos para lavar el oro y botar los desechos de su procesamiento a estas fuentes de agua lo cual significa que contaminarían, sin controles de calidad, los ríos cuenca abajo. Ello también destruiría los distintos recursos existentes en la zona como la vegetación y los animales los cuales se morirían de intoxicación al beber los desechos de los mineros tirados a la fuente de agua.
He aquí una exposición que el Ministro del Ambiente Antonio Brack hace sobre la «minería informal» cuando dirigía el programa «La Buena Tierra».
Nota: Se dice que la minería informal se diferencia de la artesanal por dos razones: la informal no tributa y no tiene controles laborales (o sea permite «la trata de personas»); en cambio la artesanal legal puede que tribute y tenga controles laborales. En mi opinión la minería artesanal formalizada daña también los ríos perjudicando el ambiente y por lo tanto su tributación es un saludo a la bandera que debería evitarse.
Definitivamente la minería informal debe de dejar de existir pero para ello se necesita un estado promotor de otras actividades que coordine con los pobladores un nuevo rumbo a seguir mediante comercio, transporte, turismo, agricultura u otras actividades locales y sostenibles sensibilizando sobre la necesidad de adoptar otras fuentes de ingreso.
Este estado debería coordinar gradualmente el cambio de las actividades laborales de las personas que se dedica a la minería informal. En caso quieran seguir con la minería es necesario que de alguna manera reciban las facilidades que les permita trabajar seguros mediante alguna empresa que invierta en equipos adecuados. 600 mil personas en el Perú conviven con dicha actividad y todo esto también está ligado a la alza del precio del oro, sin embargo, se debe de conscientizar actividades de acorde al impulso de las nuevas alternativas laborales a través de la mejora de la calidad de vida.
También hay que tener en cuenta que cualquier concesión del estado debe de ser consensuada previamente con los pobladores, con expertos de la sociedad civil y con la empresa interesada en invertir en la zona teniendo presente compromisos a cumplir entre los cuatro actores. No a espaldas de la gente como se suele hacer.
Empecemos por cambiar esa infamia que el oro lo es todo en este país. A los huelguistas de minería informal les puedo decir que su protesta debe de ser enfocarla aceptando más al estado y tienen el derecho de exigir un verdadero cambio para bien en sus vidas. Sin embargo, bloquear vías sólo traería odios por parte de terceros ajenos al tema y seguir en la minería sólo los estancaría con las carencias con las que viven en la actualidad, los podría hacer cómplices de las mafias y sus círculos viciosos que conllevan a la esclavitud y a la contaminación de ríos.