Hoy Ocram, blogger del Útero de Marita, nos dio a conocer las dos caras de como se ve el conflicto armado y las investigaciones dadas en su momento oportuno por el Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación. Una cara joven, comprometida a conocer más sobre los problemas suscitados en el país y con apertura para dialogar y reconciliarnos entre peruanos; la otra cara es de un esbirro mental, desconociendo indicios sobre lo ocurrido y sin ganas de reconocer la condición de ciudadanos peruanos a personas que investigaron los hechos perpetuados durante la época de la violencia terrorista.
Magaly Solier nos dio una interpretación valiosa para la comprensión entre peruanos interpretándonos a “Fausta”, una niña producto de una violación durante la época de la violencia. “Fausta” tuvo que criarse con su madre e hizo de ella “un mundo en donde girar” porque lastimosamente no le quedaba nada más que ella dentro de sus emociones. Su madre, mediante la lactancia materna, le trasladó el síndrome de “La Teta Asustada”, efecto psicológico que le da el nombre a la película.
La película nos refleja el drama de muchas mujeres que han sido ultrajadas sexualmente durante el conflicto armado. El acierto de la película, en no mostrar de qué parte estaba el agresor, nos dio a conocer que hay más de una víctima en esta clase de atentados contra la dignidad humana. Hay que reconocer que algunos (ojo… ¡algunos!) militares han ido más allá de sus funciones, e incluso traicionaron a la patria representada en esas personas inocentes a las cuales se les negaba su condición humana; mientras otros se fajaban por el país queriendo aliarse con el poblador para enfrentar al terrorismo. Los terroristas también violaron mujeres e incluso las obligaban a convivir con uno de ellos y/o las explotaban sexualmente. El Tomo VI Capítulo 1 Sección 1.5. del Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación no da cuenta de que ello ocurrió.
He aquí a Magaly Soiler en Yuyanapaq (para recordar). Actualmente la muestra fotográfica se encuentra en el Museo de la Nación (Cruce entre la Av. Aviación y la Av. Javier Prado – San Borja)
Al otro, alguna vez me manifesté de él como “El Lamebotas”. Edgar Nuñez es un congresista del Partido Aprista allegado a los intereses del primer viceprecidente y ex-marino Luis Giampietri, militar cuestionado en el primer Gobierno de Alan García por las matanzas del Frontón y en el actual gobierno como facilitador de chuponeadores y enlace entre el fujimontesinismo y el APRA. El señor Nuñez además fue vice-rector de la Universidad Alas Peruanas, la cual fue creada por integrantes de las Fuerzas Aéreas Peruanas (FAP) que a la vez son parte de las Fuerzas Armadas del Perú.
Edgar Nuñez siempre tuvo una agenda acorde a los intereses del Vicealmirante Luis Giampietri (como en los temas de “aumento de pensiones a los ex-militares«, «tema de las sobreganancias mineras«, «ir contra la CVR”, “defensa de militares y policías acusados de violadores de Derechos Humanos”, “compra de armamento de guerra” e incluso mete la pata como en los casos de Chavín de Huántar y la foto portada de Yuyanapaq) como si metiera la pata por el Vicealmirante. A la vez hace de actor en la película auspiciada por la misma UAP y financiada y equipada por el Comandante General Edwin Donayre llamada “Vidas Paralelas” (si sólo hubiesen ido a “CONACINE” como el resto de gente que hace cine en el Perú).
Actualmente es El Presidente de la Comisión de Defensa del Congreso y no habría ninguna sorpresa si reemplaza a Ántero Flores Araoz en su cartera de Ministro de Defensa.
He aquí a Edgar Nuñez en el Congreso (para olvidarlo… sobretodo en elecciones)
No sé si haya sido bueno poner en un post a Magaly Solier y a Edgar Nuñez, pero no importa cuanta “instrucción” tengas o hayas recibido en la vida, para opinar y desarrollarte como persona basta con ser decente, honesto(a) y trabajador(a).